top of page

El camino

"Jesús dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." Juan 14:6

La vida de Jesús se estaba acabando y Él lo sabía, pero sus discípulos no. No entendían muy bien quién era Jesús. Habían visto todos los milagros, escucharon todas sus enseñanzas y vieron su ejemplo; pero aún no entendían la magnitud de su persona, como es normal. Unas semanas atrás, Jesús había tenido unos encuentros muy violentos con los judíos, que estaban deseando matarlo, pero aún no había llegado su hora. Había cenado con sus discípulos por última vez y había anunciado la traición futura de Judas. Después de todo esto, de todas estas despedidas, llega la última, el anuncio de su partida y las instrucciones finales. Cuatro largos capítulos de despedida y lo primero que les dice es "no se turbe vuestro corazón". No se llenen de confusión, aunque lo hicieron, no entendieron la muerte de Jesús, lo vieron como una derrota. Muchos no creyeron que Jesús hubiera resucitado, tuvieron que verle en Espíritu y uno de ellos pidió ver y tocar sus heridas para poder creer. 

De camino

¿No nos habría pasado lo mismo a nosotros? Esos hombres habían dejado sus casas y a sus familias para vivir una vida de dedicación a un hombre que decía ser Dios. No tenían más que la ropa y el calzado que llevaban encima, vivían de la caridad de los demás. Jesús les había prometido un lugar en su reino y, tal vez ellos le veían como un futuro rey con el que tendrían la vida asegurada. Pero sus esperanzas desfallecen ante la imagen de su líder colgado en una cruz, humillado, desnudo, sangrando, en silencio. No hace nada para evadir la situación, no obra un milagro que le libre de todo ese horror. Confusión, duda, vacío. Jesús muere y llevan su cuerpo a una pequeña cueva que sellan con una gran roca custodiada por soldados romanos (Mateo 27:62-66). Al amanecer del domingo, tres días más tarde, un ángel desciende del cielo como un rayo, se produce un terremoto, rueda la roca de la entrada y se sienta sobre ella. Los guardias quedan aterrorizados y las mujeres que venían a visitar la tumba están anonadadas. "No temáis vosotras(...) ha resucitado, como dijo". 

Tenemos carteles luminosos.

Brújula
Cartel de madera

Cuando leo el libro de Juan siempre pienso: "qué frustrante para Cristo que los apóstoles no estuvieran entendiendo nada, saber que le fallarían, ver su debilidad...". Y me acuerdo de ese pasaje: "sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor."1 Corintios 1:27-31

​

Necios, débiles. Eso éramos y a nosotros nos dice "Yo soy el camino".   No se vayan por peteneras, como decimos por mis islas. No se desvíen, no tomen atajos, no se crean a los engañadores que les prediquen algo distinto a esto, no busquen la verdadera vida en otras cosas. Es aquí, soy yo. Lamentablemente, no somos capaces de ver esto con nuestros ojos carnales. Eva no lo vio, ni Adán. Buscaron el atajo y se perdieron. 

En este pasaje Cristo está como que con un cartel luminoso diciendo a gran voz: "¡ES POR AQUÍ, VENGAN!", mientras ve como todos nosotros vamos para otro lado, hacia el precipicio. Y vamos entretenidos, riendo, hablando a todo volumen, ocupados. Muchos caen, pero a algunos Dios nos agarra del brazo y nos pega un tirón. "Hija, ¿no me oyes que te estoy llamando? Por ahí no es, ven conmigo." Siempre buscamos donde no es y, aunque tenemos gente a nuestro al rededor indicando el camino correcto, pensamos: "está bien, pero quiero ver qué encuentro por aquí y por allá. Luego voy por ahí." Y se pierden, no pueden volver. Otros son sabios en su propia opinión y niegan la eficacia del camino. Y se pierden.  

¿Cuál es tu camino, tu verdad, tu vida?

Y si la respuesta no es Cristo, estás perdido. Ya sé que no eres consciente ahora, pero cuando veas de frente a Dios no habrá excusa. Tal vez te parece que ya conoces ese camino y que no lleva a ninguna parte pero, ¿lo sabes, lo has andado o es un juicio, una opinión? ¿Has leído algún libro de La Biblia, uno solo? ¿Conoces el camino del que habla Dios o solo tienes información vaga no contrastada? Empieza por un solo libro, lee Juan, por ejemplo. Léelo, sin miedo, con esperanza y pídele a Dios que se muestre ante tus ojos. A lo mejor te sorprendes encontrando La Vida. Levanta la mirada al frente, hay un camino ahí, no te entretengas. 

Chica sosteniendo BIble

“Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.” -Mateo 7:8

  • Grey Instagram Icon

@dulces_para_galatea_oficial

  • Grey Instagram Icon

@viviendo_la_biblia

Dulces Para Galatea |  alrodgle@gmail.com 

© 2022 dulcesparagalatea

bottom of page